Descripción
El hombre y su pregunta del “para que”
Dios es un misterio y, por consiguiente, no logramos entender todos sus designios. Pero, desde lo superficial e inmediato, la experiencia humana también es un misterio… Y sólo desde el interior del hombre, por la inteligencia o por la fe, es posible encender una luz…. Ése es el objetivo de estas páginas.
Indice
Dedicatoria
Prólogo
Capítulo 1
El hombre, punto de partida
Capítulo 2
Dios, deseado y deseante
Capítulo 3
La pregunta sobre la libertad
Tenía yo unos 12 años cuando sentí entrar en ese maravilloso y deslumbrante “jugar a las escondidas con la vida”, ese apasionante “des-encuentro con la existencia” que llamamos adolescencia, en la que descubrimos la euforia del vivir, junto con las primeras y profundamente humanas angustias…
Pastora, la hermana menor de mi madre, con quien desde niño sentí una particular afinidad y cercanía, como si fuera una segunda madre, al verme un tanto perdido, cariñosamente me explicó lo que podríamos llamar un “mapa interpretativo del vivir”.
Como corresponde a un preadolescente, calmada mi ansiedad y desconcierto, se me olvidaron casi todos los consejos de la tía Pastora. Pero hubo una consideración que siguió martillando mi mente hasta el día de hoy, como un cuestionamiento insatisfecho y doloroso.
No esperes que todos los días sean alegres y perfectos, porque, en la vida, por cada día de felicidad –así me dijo– hay cien días grises, comunes, pesados, aburridos o tristes...
Ciertamente que mi querida tía no pretendía hacer estadística, ni tampoco trasmitirme una visión negativa de la existencia. Por el contrario, al verme sufrir por algo que no acababa de entender, cariñosamente intentaba prevenirme contra la utopía de creer que la vida debía ser, tenía que serlo, un agradable camino de felicidades. Al fin de cuentas, en su experiencia, la vida le había enseñado que en ocasiones es dolorosa y difícil... Y ciertamente lo fue para ella, cuando mi abuelo, su padre, murió cuando ella era niña. A esa temprana pérdida le siguió la inseguridad económica, las dificultades para poder estudiar, el trabajo, las limitaciones, las frustraciones… Sin duda, quería prevenirme del
autoengaño y enseñarme que la adolescencia es la etapa en que se debe aprender a separar los sueños de las
realidades…
Pero, ¿por qué tenía que ser así la existencia? ¿Por qué tan mezquina? Parecería que nuestros esfuerzos son apenas
recompensados en un 1%... ¿Por qué la felicidad resulta tan poco alcanzable?
Una de las primeras cosas que escuché en mi vida, de boca de mi madre, mientras me vestía cada mañana, fue “En el nombre del Padre…”. Pero, si Dios era Padre, ¿por qué, como a Moisés, primero me arrojaba al abandono del río o del desierto, antes de mostrarme su rostro de felicidad?
¿En esto consiste la condición humana? ¿Tenía razón Voltaire cuando afirmaba “la felicidad no es más que un sueño y la desgracia una realidad”?
Autor: Aldo Fídel Gómez
Editorial: Palabra Ediciones
ISBN: 9786074593167
Encuadernación: Rústica
Páginas: 144
Formato: 21x13.5cm
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